sábado, 28 de enero de 2012

OCEANO ARTICO SE ABOMBA POR ACUMULACION DE AGUA DULCE


Giro de beaufort

Los satélites Envisat y Ers-2 de la Estación Espacial Europea ESA revelaron la existencia de una gran fuente de agua dulce en el Océano Ártico que está produciendo un abombamiento de la superficie marina formado básicamente a lo largo de los últimos 15 años.
Este descubrimiento ha revelado que hay una corriente acelerada por los vientos que estaría produciendo este fenómeno, lo que ha puesto en la mente de los investigadores la pregunta de ¿Qué pasa si el viento cambia?
Se cree que si los vientos cambian esta agua se vertería al Océano Atlántico y enfriaría Europa ya que conjuntamente hace más lenta la corriente del Golfo.
Desde el año 2002 a la fecha, el mar se elevó unos 15 cm en la zona donde se está aglomerando el agua dulce y su volumen aumentó en 8.000 kilómetros cúbicos. Esto significa un aumento de un 10% en toda el agua dulce del Océano Ártico.
Según los científicos existirían grandes sistemas de circulación del agua dulce en los océanos y el abombamiento del agua sería a causa de una aceleración en el sistema de circulación de uno de ellos, el giro de Beaufort.
El giro de Beaufort es una gran circulación del océano en sentido horario en el oeste del Océano Ártico. Según ESA se cree que actualmente se encuentra acelerado por los fuertes vientos del Ártico.
Si los vientos cambian de dirección es la preocupación actual. Los científicos que estudian las imágenes del satélite Envisat y ERS-2 explican que hay una corriente oceánica clave para la temperatura y que parte de la Corriente del Golfo, corriente que transporta una gran masa de agua desde el Golfo de México.
El cambio de los vientos ralentizaría la Corriente del Golfo provocando por consiguiente un descenso de la temperatura en Europa.
Los científicos señalaron en su informe que creen que el hielo marino actúa como una barrera entre la atmósfera y el océano. Así que los cambios en la cubierta del hielo cambiarían el efecto del viento sobre el océano.
Explicaron que anteriormente no habían podido relacionar los vientos con el mar y la razón es que es la capa de hielo la que afectaría a los vientos.
“El paso siguiente es tratar de confirmar esta idea investigando con más detalle cómo afectan los cambios en la cubierta del hielo marino a la interacción entre la atmósfera y el océano”, señalan los científicos de ESA.
Fuente:lagranepoca.com

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